¿Cómo querer al pecado? ¿Por qué no renunciar a él, cuando es este (con su disfraz de egoísmo, orgullo, odio, soberbia, venganza e indiferencia) el que mata, roba y destruye?
¿Por qué creer que Dios es temerario, irracional y malo al no dejarnos pecar por cuanto desaprueba conductas libertinas que no asumen responsabilidad ni rinden cuentas? Lo que Él hace es preservar la vida, nos llama a vivirla y libera de las cadenas que nos atan a nosotros mismos, que nos llevan a muerte segura, a más odio, mayor soberbia, sin alcanzar el perdón y la bondad de uno que es Padre, Madre y Creador al mismo tiempo.
...Y pensar que al huir de Él, huímos de aquél que da la vida y la conoce mejor, por cuanto es autor de ella. Porque la soberbia del que no reconoce su error y la injusticia del que paga por no esperar está hecho la misma sustancia del que nunca ayudó al prójimo mientras lloraba y que prefirió matar para no ensuciar su nombre.
No me preocupa que el término "pecado" nos moleste, podemos decirle como queramos, pero nunca podrá ser algo bueno, de beneficio o sin consecuencias nefastas. El pecado, el egoísmo, el errar al blanco de lo que es el propósito original para el cual hemos sido hechos siempre será molesto enfrentarlo.
sábado, 27 de junio de 2009
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