viernes, 31 de octubre de 2008

el retrato del espejo

La pequeña niña indígena, se sentó a la mesa y platicaba con el hambre:
“si vuelves, por favor, no le digas a nadie de por aquí. Ya se han olvidado de que eres un extranjero”. Esto le decía, mientras el hambre se disfrazaba de invisible en un plato lleno de utopía.

Y Un pequeño gran texto de Eduardo Galeano:
UNA VENTANA SOBRE LA UTOPIA
Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

1 comentario:

Alejandra Ortiz dijo...

Gracias Samuel por esto. Te comparto algo que Sábato escribe en Antes del Fin. "Piensen siempre en la nobleza de estos hombres que redimen a la humanidad. A través de su muerte nos entregan el valor supremo de la vida, mostrándonos que el obstáculo no impide la historia, nos recuerdan que el ser humano sólo cabe en la utopía. Solo quienes sean capacer de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido." Saludos!