Faltan palabras...

No estuve en casa, ya regrese, o quien sabe, siempre estuve rodeado de hermanos y hermanas. Yo sabía que este verano sería grandioso, que cambiaría cosas, nunca pensé cuales y cómo. Sólo puedo decir: Gracias Dios por citarme y por los tiempos que pasamos sentados a la puerta a la hora del devocional, gracias por las personas, por las conversaciones con las personas, eso fue un verdadero regalo, gracias por los que nos atendieron, por quien compartio la habitacion, por quien abrio su casa, por quien se intereso en nosotros y sirvio por amor.
Estoy en casa, son las primeras lineas de mi recuento, aun no lo plasmo, apenas parrafos sueltos aqui y alla, aun digo y comparto lo ocurrido, hay tanas cosas en mi mente, tantas personas, decisiones, retos, compromiso renovado, esperanzas nuevas, risas guardadas, tiernos momentos, nuevos rostros en bellos lugares, inicios de nuevos temas de conversaciones, conclusion de algunos, nuevas responsabilidades. Amigos, amigos que se quedaron aparentemente lejos, amigos que regresan cerca. Un mismo Dios, un mismo proposito, un mismo fuego que arde, una misma mision, un mismo plan, un solo mundo, una diversidad de personas, de talentos, de rosotros, de caracteres, de espacios, de circunstancias, todos y un solo camino a un solo destino.
Gracias por los que nos comparten, gracias a quienes nos acompañan, gracias a los que estan cerca, gracias a los que nos ayudan a soñar, a quienes se convierten complices y se suman a nuestros sueños.
Señor, trae quietud a mi corazon, despeja mi mente, vuelve a hablar, despacio, recuerda que soy lento, no quiero perder una sola de tus palabras....