lunes, 8 de febrero de 2010
donde estan los corazones
donde estan?
ni ellos se encuentran
buscan libertad?
que buscan?
martes, 19 de enero de 2010
aveces en las noches los hombres duermen
Solo a veces.
Porque la mayoría de ellas:
Piensan.
Aman, re aman
Y vuelven a amar
En toda la noche.
A veces los hombres en las noches descansan
Porque en la mayoría de ellas:
Piensan
Reviven, matan y reviven.
Piensan
Enferman, sanan y enferman.
Piensan
Ocultan, encuentran y esculcan
Piensan
Se van, vuelven y se van
En toda la noche.
A veces los hombres en las noches descansan
Porque en la mayoría de ellas:
Solo piensan, piensan y piensan.
sábado, 9 de enero de 2010
Todo depende en que manos estes
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Sobre testimonios, testirollos y tristemonios
Algunas cosas simplemente hay que decirlas, pero más allá de la máxima de “la forma del contenido”, o como dices las cosas, hay un escalón más alto y de igual importancia que bien podríamos sintetizar en una frase útil como esta: “el para qué del contenido”. Nuestras palabras son importantes, el poder de la vida y la muerte está en nuestra lengua, de tal forma que conviene ser prudente en el uso de tal instrumento. De ahí que no se haya equivocado el sabio árabe que dijo: “Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas”. En verdad tiene razón. Sin embargo, esta pequeña frase llena de verdad pudiera ser un pretexto para el hijo de Dios guarde silencio ante la realidad y que desea llevar una vida cómoda con el mundo, apartado de los problemas de la sociedad. Pero por otra parte hay un Señor al que pertenecemos que nos exhorta a levantar la voz por el oprimido y buscar justicia. Estas aparentes tensiones vuelven deliciosa la convivencia con el Creador y la comunidad.
A razón de nuestras palabras y el contacto con la Palabra se quedó en mi mente algunas preguntas e ideas que me han acompañado por algunas semanas. En una ocasión en la célula de estudio bíblico de la universidad estudiamos la carta pastoral de 1 Timoteo y fue un buen tiempo a tal grado de que aún hoy esa palabra sigue trabajando en mí.
1 Timoteo 1:12-17
12Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;
13aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad.
14Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.
15Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.
16Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna.
17Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Pablo escribe a su amado hijo en la fe con el fin de darle aliento en su labor dentro de la comunidad de Éfeso, “te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.” (1Tim. 3:15).
El primer capítulo parece dividido en cuatro secciones, el saludo, después continúa una advertencia contra una doctrina falsa, un testimonio de Pablo y finaliza con algunas instrucciones para Timoteo.
En la segunda sección encontramos lo que nosotros bien podríamos denominar “un testimonio” de la obra que Cristo hizo en la vida de Pablo. En este punto es donde me quiero detener. Porque al leer esta carta la Palabra nos confrontó a todos en este acto piadoso de los cristianos, contar nuestro testimonio. Vaya, ¿quién es un testigo? Si nosotros damos testimonio de algo qué tenemos que decir, para qué… Continuemos y veamos como Pablo lo resuelve.
Pablo inicia de forma personal dando gracias a Cristo Jesús que le fortaleció, tomándolo por fiel y poniéndolo en el ministerio. Después el apóstol describe la condición en la que estaba cuando se encontró con el Señor: “siendo yo blasfemo, perseguidor y agresor; pero Dios tuvo misericordia de mí porque yo era un incrédulo y actuaba con ignorancia”.
Pablo expone sus credenciales que lo acusaban y eran acusaciones serias que lo ponían en problemas con Dios, en primer lugar: blasfemo, ¿Pero cómo blasfemaba Pablo siendo fariseo?; por el resto de las acusaciones: perseguidor y agresor, entiendo que se refiere a su actuar contra la comunidad de cristianos. Sin embargo, vemos la intervención de Dios “se me mostró misericordia”. ¿Cómo es posible que la misericordia sea suficiente para cubrir semejantes acusaciones? Encontré que la palabra en griego para “misericordia”, en esta parte es éleéthén, lo cual bien pudiera traducirse como “Fui objeto de compasión”; por otra parte vemos que también se tradujo como misericordia la palabra Éléos, que a su vez es la traducción al griego de la palabra hebrea hésèd que se puede traducir como amor. ¿Pero por qué Pablo dice que Dios le mostró misericordia y no gracia? Según el comentario de John MacArthur, “La misericordia difiere de la gracia en la que la gracia quita la culpa, mientras la misericordia quita la miseria que causa el pecado. Pablo recibió, junto con la gracia salvadora, el inmerecido alivio de la miseria”. [1]
De esa forma el apóstol inicia el relato a Timoteo de cómo la obra redentora de Jesús lo encontró, “entre los cuales [pecadores] yo soy el primero”. Al final de esta sección Pablo termina con una doxología, una palabra de gloria, alabanza y bendición: “Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Leamos esto como resultado de un corazón que se sabe pecador pero que ha recibido de parte de Cristo el amor, gracia y misericordia. Lo que vemos aquí es el resultado del testimonio personal de Pablo, a una vida culpable y la intervención inmerecida, gloriosa y misericordiosa de Dios el apóstol solamente puede dar gloria a Dios.
¿Pero por qué Pablo incluye su testimonio? ¿De qué forma piensa él que podrá ser de provecho y aliento a su amado hijo Timoteo? Si lo leemos en su contexto, la sección anterior era un exhorto contra las falsas doctrinas, de tal forma que está poniendo énfasis en la verdad del evangelio, en la centralidad de Jesucristo, en su acción redentora, en su gracia, amor, y misericordia; por lo tanto ése mismo Jesús sigue dispuesto a dar gracia, amor y misericordia para el pecador más ruin que sinceramente se acerque a él. Para finalizar, Pablo deja de manifiesto que cualquier testimonio de la obra de Cristo en su vida está centralizado en la acción redentora de Jesús, para quien es toda la gloria.
Ahora, en muchas de nuestras congregaciones o reuniones acostumbramos a “dar nuestro testimonio” a la comunidad [Algunas cosas simplemente hay que decirlas, pero más allá de la máxima de “la forma del contenido”, o como dices las cosas, hay un escalón más alto y de igual importancia que bien podríamos sintetizar en una frase útil como esta: “el para qué del contenido”], pero ¿Por qué lo hacemos? ¿Cuál es la verdadera intención en nuestro corazón al hacerlo? ¿Qué decimos, de qué damos testimonio? ¿Lo hemos vuelto la oportunidad para demostrar ante la comunidad lo pecadores que fuimos y lo santo que ahora somos? ¿Hablamos más sobre lo que era y agregamos el “pero ahora yo”, “por eso ahora yo”, “desde entonces yo”, “ahora hago”, “ahora digo”? ¿Utilizamos ese tiempo para demostrar la espiritualidad en nuestra vida? ¿Nuestro testimonio es de aliento?
Vimos que Pablo centró su testimonio en la persona de Jesús y su obra en su vida y no al revés, “yo en la obra de Jesús”; asimismo finalizó diciendo: “por tanto”, es decir, por todo lo anterior, “al”, es decir, a una persona: “el Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios”; “sea”, o en otras palabras, de Él sea todo el crédito de la obra: “Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos.”; y termina exclamando: “Amén.”, que quiere decir así sea.
Pensemos en unos momentos en aquellas veces que escuchamos “testimonios” que fueron más una oda a los pecados del “testigo” y que centra el tiempo en lo que era, minimizando la acción de Jesús; o en otros donde el “testimonio” se convirtió en una exposición de la espiritualidad del autor: “ahora yo hago, ya no soy así, ahora soy…” y el “yo” deja de lado a Jesús. ¿De qué manera nos convertimos en testigos experimentadores de la gracia, amor y misericordia de Jesús, de tal manera que nuestra vida conduzca a otros a reconocer la obra salvadora de Dios en Jesús? ¿Cómo nos convertimos en señales que apunten a Jesús? Por lo tanto, si hemos de hablar, seamos conscientes de que damos testimonio de Jesús y su obra y no de nosotros; así, centraremos la atención en Cristo -de quien damos testimonio, en su gracia, amor y misericordiosa para todo el pecador, por lo que damos gloria a Dios.
Algunas cosas simplemente hay que decirlas, no las podemos callar, pero más allá de buscar la “forma correcta de hacerlo” -la máxima de “la forma del contenido”- pensemos en el para qué de lo que digo. Si habremos de dar testimonio que sea de Jesús y su obra en nosotros para que anime a la comunidad a seguir compartiéndole y a los que no lo conocen a buscarle, pero sobre todo, que al hacerlo no tengamos otra opción que dar gloria a su nombre al recordar su obra en nosotros. Así sea.
jueves, 1 de octubre de 2009
Entre hombres…
De algo estoy seguro, nunca dejaré de encontrar mujeres atractivas en mi camino. Indudablemente están por doquier, me asaltan cuando menos lo espero, y a menos que tenga una postura clara y definida ante tal situación , seguiré en el mismo ciclo de ver-codiciar. Hay definitivamente varias cosas que me molestan de este asunto.
La primera es que ofendo a Dios con estas acciones. Mi relación con Él se ve afectada y se hace distante, como alguien que se siente traicionado me deja sentir su ausencia.
Me molesta que mi percepción se nubla al ver a estas hermosas mujeres como objetos y no como personas, donde lo que importa son mis necesidades.
Tercero y no menos importante es pensar en mi hermana y mi mamá, ¿acaso me gustaría que alguien mas las tratara así? Por supuesto que no. ¿Por que soy tan imparcial? La codicia es un escalón en la escalinata de la perversión y de las violaciones e infinidad de abusos contra las mujeres. Me da tristeza lo que estas personas pueden llegar a cometer. También me doy tristeza cuando actuó de esta manera.
Creo que puedo vivir mejor en libertad, tomando la decisión de no voltear, digo no es posible dejar de ver, pero si de mirar. Pero lo mejor de todo es la comunión con Dios, una comunión que a medida que camino con El se vuelve mas estrecha.
Gran parte del conflicto de esta tentación es la percepción de que evitar mirar a una mujer va contra la naturaleza de los hombres. Si eres hombre, se supone que debes hacerlo. ¿O qué , no eres hombre? Es algo que usual e inconscientemente pensamos los varones.
¿Quien define la masculinidad? ¿Como definimos quien es hombre? Varias respuesta vienen a la mente; la sociedad, la familia, la religión…
Un amigo me dijo esto una vez:
“Jesús es tu modelo de Hombre”
Es mi deseo ferviente ser como El, y aunque mi cuerpo me lo pida , y los químicos se revuelvan en mi para hacer lo que no quiero (aquí entiendo muy bien al apóstol Pablo) , quiero ser tajante como José el soñador y darle la espalda a la inmoralidad y aquello que me aleje de una perfecta comunión con mi Salvador.
viernes, 25 de septiembre de 2009
Auténtico
Ser auténtico esta implícito en todo cuanto hacemos. No en las actividades mismas sino en lo que nos motiva a hacerlas.
La Escritura nos alienta en este sentido:
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís .Colosenses 3:23-24”
Cuando leo este pasaje, me sabe a autenticidad. Pero, ¿que es ser autentico? La real academia lo define como: fiel a sus orígenes y convicciones.
Ser autentico es ser congruente con tus convicciones.
Sin convicciones no puedes ser auténtico; aunque cada persona en este mundo es diferente , ser autentico te hace distinto . Si la gente que te rodea no tiene convicciones o están torcidas, ¿serás fiel a tus convicciones a pesar de la presión que ejercen sobre ti?
Hacer todo de corazón para Dios , es la marca de la autenticidad. Pues si no tengo reconocimiento de los que me rodean, o si encuentro desaprobación de su parte, puedo seguir motivado y perseverar.
Alguien que desea ser autentico puede sufrir el no ser aceptado. Aun por aquellos que pertenecen a tu circulo social.
Una buena amiga compartió conmigo un ensayo y una frase que me dejó pensando, “las decisiones mas importantes de tu vida las tomaras en soledad”, es cierto!!!, darnos cuenta de esto, es saber que no todos comparten tus convicciones y seguramente cuando eres llamado de Dios , encontraras este lugar de soledad y decisión. Tomar la decisión de ser autentico no es sencilla , pero seguro debes saber que hay una gran recompensa, no solo por la satisfacción de ser distinto, o no ser de la bola.
“…sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
A veces pienso en mis propias motivaciones. ¿Cual es mi motivación para servir a Dios? ¿Hacerme un nombre? ¿Un gran misionero? ¿un gran constructor? ¿un gran …?
Vemos grandes hombres en la historia secular y en la Biblia, que fueron auténticos. Su mensaje no fue siempre popular, y tuvieron que remar contra corriente. Cuando hay una fuerte convicción de lo que haces; puedes incluso perder la vida en ello. Tal vez ni siquiera veas el resultado de tu esfuerzo, pero si eres creyente y siervo de Jesús, y tu vida esta consagrada a El, ten por seguro que vale la pena.
No somos llamados a alcanzar el éxito, no todos, pero a ser fieles, que nuestro corazón y anhelo estén puestos en la gloria de Dios.
Cuando estamos en esta perspectiva , podremos hacer mas de lo que en nuestro afán común por engrandecernos haríamos.
Conozco a pocas personas que han marcado mi vida por su amor, ejemplo, apoyo, y por ser auténticos. A ellos les dedico parte de este ensayo, sin obviar al más importante Jesucristo.
Jesús es nuestro mayor ejemplo de autenticidad. Para mí es mi mayor reto en la vida ser como El. Y en eso estoy caminando buscando seguir sus pasos. Un hombre que sabia depender de Dios. No busco para nada el reconocimiento de los demás. Como hombre al despojarse de su gloria , vivió por fe, su esperanza siempre estuvo en Dios ; no uso de su autoridad en beneficio propio o para demostrar que era Dios, aunque fue tentado por el diablo a hacerlo(Mateo 4:2-6)
Jesús en su caminar en la tierra fue completamente auténtico. No estuvo dispuesto a comprometer la verdad, a pesar de la presión de los líderes religiosos. En Juan 5:41 Jesús responde a los judios “no recibo gloria de los hombres”.
En este momento crítico , cuando estas dispuesto a servir a Dios , es cuando el diablo susurra miedo, duda, incredulidad; es cuando está listo para atacar y tentarte a dudar quien eres y el llamado de Dios a tu vida.
Por cierto , ¿De donde nos llama Dios? a la mayoría nos llama del anonimato. Nos incluye en su proyecto de transformación , y nos invita a que soñemos en su gloria no en la nuestra.
No estoy diciendo que Dios nos llama a cosas sin trascendencia, solo que el toma la iniciativa para ello. Moisés tenia planes para su vida pero no fue hasta que vivió en el anonimato que fue llamado por Dios.
Eliseo era un agricultor cuando Dios lo llamó a través de Elías. No vemos a Eliseo salir de la universidad, o tener sueños de grandeza, pero vemos el llamado claro de Dios .
Creo que puedo morir, sin haber sido un gran ingeniero, o un gran misionero, o un gran lo que sea, pero no puedo morir sin haber sido verdadero a mis convicciones y a Dios; no puedo morir sin haber utilizado lo que el me ha dado para su Gloria, sin haber respondido a su llamado en mi vida, sin haber sido fiel para aquello que me encomendó.
Sinceramente muchas veces he temido al anonimato, el no dejar huella, o que mi nombre no sea recordado, pero me doy cuenta que eso no es lo importante.
Como creyente me anima pensar que mi servicio a Dios, tiene trascendencia, se que al final de la carrera el me recompensará, y eso le da sentido a lo que hago hoy. Le da vida, independiente a quien vea mi trabajo, o si es reconocido , o si alguien lo nota.
Deseamos ser como esos grandes hombres y mujeres de fe, que sus vidas marcaron una gran diferencia pero algo es cierto de cada uno de ellos, fueron auténticos. Es un precio alto que pagar , ¿valdrá la pena?
jueves, 17 de septiembre de 2009
El chuy decide compartirles algo hoy
¿Saben? Quiero escribir para entretener, para pasarla bien, consideremos el ejemplo de Edgar (el de la famosísima Caída de Edgar) ¿qué tal si Edgar o más bien ese video escribiera? (aunque estoy seguro que si puede escribir Edgar, no es un analfabeta, quiero pensar eso... pero me refiero a que) que tal si desarrollara un estilo, yo pienso que tal vez sería algo como esto, o al menos su esencia desarrollaría esto... Algo chusco, pero a la vez uno aprende algo (Bueno, no aprendemos mucho de Edagar, pero vaya que nos divertimos). De esa manera yo espero que mientras en la lectura de esto, cuando escribo sobre gente que está cayendo en arroyos, espero que a los lectores les pase algo en su cabeza, algo especial... algo así como una reflexión que cruce por sus mentes, quizá no para meditar ahorita, pero sí después mientras que uno se está bañando (no en arroyos, sino en el baño... a menos de que seas Edgar).
Yo creo que eso se llama ser un individuo. Y eso es lo que quiero transmitir en este día, mis queridos lectores del blog, esta es la reflexión del día: sean las personas únicas que son, escriban lo que quieran, escriban con las patas, escriban sin acentos, usen puras mayúsculas... como ustedes quieran. Y mientras hacen su cochinero, tal vez podrán descubrir quienes son realmente (aunque no esperen a que los entiendan todos, por eso hay que meterle sus acentitos de vez en vez... de nuevo, lo de la ortografía es metafórico, pero sí hay que buscar hacer todo como un individuo, inventen palabras, qué sé yo, echenle cocol). ¿Qué tal eso para reflexionar? Te apuesto a que vas a estar pensando en eso mientras estés sobre la taza.
Piénsalo.
Hasta la próxima.