sábado, 17 de enero de 2009

Sueños

Soñé que marchabamos en una manifestación, con proclamas y consignas contra el púlpito, a quien queriamos denunciar su falta de credibilidad y complicidad con las fuerzas de la injusticia y deshumanidad, que en un momento de crisis dejaron el rebaño y prefirieron alienarlo.

A coro gritabamos gritabamos: ¡El cristianismo no es un discurso triunfalista! La oración de Jesús al Padre no fue sacarnos de este mundo sino guardarnos en él, somos, o seguimos siendo tan humanos como cualquiera, tan débiles y frágiles, con problemas tan comunes y desesperaciones generales, nos seguimos enfermando, nos da sed, hambre, miedo, coraje y más sed de justicia. Aquellos que predique una vida cristiana exenta de todos estos problemas, aquellos que prediquen el fin de los problemas, por el simple hecho de creer en Jesús o el creer que se cree en él, están equivocados, son tan herejes como cualquier otro que dice que Jesús no es el Hijo de Dios.

2 comentarios:

Alejandra Ortiz dijo...

Mientras que el sueño se haga realidad, "gritamos" al vivir en la realidad, enfrentándola, cuestionándola, asumiéndola y también conociendo mejor al Dios que envió a su Hijo al mundo, para hacerlo nuevo.
La neta que es un gusto soñar junto contigo.
Gracias amigo.

Javier dijo...

Somos hijos del evangelio sufriente, humano, celestial. somos hijos de un salvador que tocó al mundo y sus heridas, no de un salvador de sí mismo, sentado en un trono de oro mientras mira el espectáculo del mundo. somos hijos de un Dios que también decidió levantar el puño...