Nuevamente de salida.

Hola,

En esta madrugada me di cuenta que en medio del caos que conlleva preparme para un viaje más esto ya se ha convertido en una constante en mi vida.

Dejar listos los pendientes, la oración de mis hermanos en la iglesia, las despedidas, las explicaciones ante "un viaje más", las miradas inconformes y las que con gusto me ven partir, el preparar la maleta, hacer las llamadas, escribir los correos, preparar las reuniones, los talleres, las juntas... Buscar un tiempo a solas antes de salir, irme al café de siempre, comer con mis amigos, platicar con mis papás. Es todo un ritual. Sucede al menos 3 veces por año, en ocasiones la salida se prolonga meses, en otras ocasiones solo son semanas. Desconozco siempre el resultado de todo, trato de planear mis tiempos, reuniones y visitas, pero siempre hay sorpresas, inconvenientes y cambios.

Sería tal vez imposible describir mi vida sin los viajes, han aportado mucho, me han formado. Por la gente que he conocido, los lugares que he visitado, las conversaciones sostenidas, los descansos imprevistos, el cansancio valedero y las horas acumuladas en un carro, avión o camión con nuestro eterno acompañante del camino: han valido la pena.

No es una despedida, tan sólo les comparto algo que hoy me hizo pensar, reflexionar, sentirme un poco nostálgica, pero que nuevamente me conduce al reconocimiento de la gracia, de la vida, del regalo y eso lo comparto con ustedes, gracias por escribir, por leer y por viajar juntos.

Dios con nosotros, siempre presente, deseoso en revelarse, proveyendo sentido. Son buenas noticias para el mundo que por momentos agoniza.

Saludos,
Alejandra